En estos días existentes, con sus "sí", "no", "tanto" y "nada", hoy, sin embargo, pretendo el tedio. O mejor dicho, no pretendo el tedio, sino que él me pretende, y eso basta. Es una cuestión de horas secas, corroídas, pero con gustos nostálgicos. En verdad se termina produciendo el efecto contrario, porque creo descubrir que pensar en el tedio es revertirlo. Entonces es trágico (¿es trágico?), es trágico (no, no es trágico entonces) el costado aquel de las nociones dentro de cajas de azar dentro de más cajas. Es posible que sea decir demasiado, pero en lo que respecta a estas habitaciones sin tiempo, es regla. Siento que todo toma forma solo a partir del tiempo, en su fluir mecánico, como de danza. Se activa a menudo esa maquinaria pero con deficiencias, chirríos, grandes espasmos.
Pienso en robots, dos.
mz
domingo, 3 de abril de 2011
Así se sacuden
En lugar de eso, los cangrejos
no podían sino ver.
Iban escogiendo pasos al azar,
atentos al tedio
"Como todo el mundo me confundo
y me olvido qué venía a hacer
al almacen de esa cuadra
donde era ayer
el vivir"
En Ramos Mejía todo era ayer
y la fábrica de enfrente.
Las fotos descoloridas
se guardaban en tomos sarcófagos.
"No debieras olvidar:
hay montones de espacios
dañados, tan inertes,
que llevamos dentro
y a casa."
Felices subdesarrollos táctiles
en defensa del cero ser,
envidia de navegante lucero
(quemando el aire que lo acompaña,
mudando el tiempo disperso,
siempre, sin precedente).
Desde la ventana, pistas,
rodeadas de pastizales
humedos, atardecidos.
Más allá, el sueño de aviones,
esos con nubes y destinos.
Destinos. Destinos, destinos
algunos disueltos, ya se dicen dormidos
otros de existencia ideal,
otros fenecidos,
otros disolviéndose ante el suceso exacto
y tardío.
Profundo escondido, su noción
es ahora canción de difícil fonética,
independiente del frágilo alivio,
movimiento en tanto hartazgo funcional
tañido.
Y esas lejanas cosas,
suficientes como para desterrarlo todo,
con catársis de expectro
(severas, severo),
mientras los habitantes externos
deambulan en su sitio
susurrantes
abajo, en los pasillos,
- ahora galerías,
incluso en la distancia
donde se incendian sus voces
de avería.
Fugaces los nada,
salen a pasear, sin desquicio,
en reposeras móviles, tácticas,
distintas de diferia,
solo meras copias fácticas
de sí mismas:
de características fractálicas latentes.
Retráctiles así como bellas
mohosas,
de precipitada indeferencia.
Su peor super,
ingenio sin memoria,
reconstruyendo el recuerdo,
exprimiendo
arduas horas máquina
de piense erudito
y material abyecto.
De diagramas todos cíclicos.
"Así se sacuden de esos sueños", dijo.
mz
no podían sino ver.
Iban escogiendo pasos al azar,
atentos al tedio
"Como todo el mundo me confundo
y me olvido qué venía a hacer
al almacen de esa cuadra
donde era ayer
el vivir"
En Ramos Mejía todo era ayer
y la fábrica de enfrente.
Las fotos descoloridas
se guardaban en tomos sarcófagos.
"No debieras olvidar:
hay montones de espacios
dañados, tan inertes,
que llevamos dentro
y a casa."
Felices subdesarrollos táctiles
en defensa del cero ser,
envidia de navegante lucero
(quemando el aire que lo acompaña,
mudando el tiempo disperso,
siempre, sin precedente).
Desde la ventana, pistas,
rodeadas de pastizales
humedos, atardecidos.
Más allá, el sueño de aviones,
esos con nubes y destinos.
Destinos. Destinos, destinos
algunos disueltos, ya se dicen dormidos
otros de existencia ideal,
otros fenecidos,
otros disolviéndose ante el suceso exacto
y tardío.
Profundo escondido, su noción
es ahora canción de difícil fonética,
independiente del frágilo alivio,
movimiento en tanto hartazgo funcional
tañido.
Y esas lejanas cosas,
suficientes como para desterrarlo todo,
con catársis de expectro
(severas, severo),
mientras los habitantes externos
deambulan en su sitio
susurrantes
abajo, en los pasillos,
- ahora galerías,
incluso en la distancia
donde se incendian sus voces
de avería.
Fugaces los nada,
salen a pasear, sin desquicio,
en reposeras móviles, tácticas,
distintas de diferia,
solo meras copias fácticas
de sí mismas:
de características fractálicas latentes.
Retráctiles así como bellas
mohosas,
de precipitada indeferencia.
Su peor super,
ingenio sin memoria,
reconstruyendo el recuerdo,
exprimiendo
arduas horas máquina
de piense erudito
y material abyecto.
De diagramas todos cíclicos.
"Así se sacuden de esos sueños", dijo.
mz
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