jueves, 1 de noviembre de 2007

Como ocaso por su infancia

odio
dolor
bolainas
Conde de San Pepe
al pie de su bidet, 1869



Trazando el aro de fuego que te mantra,
fuga difusa transciende el alma.
Escuda su cabeza en la pasta magra.

Numen, pelo, raro, negro, claro, trato.
Posee nuca pero no, no habla.
Gota, polen, ácaro,
sapo, jarra, alba.
Inyecta espuma goma,
aroma de gorgojo sado.
Paloma de asbesto
hiere el cielo cromada.

El gorgoteo de gordo ahogado
alienta a tragar nafta.
Macanudo en la sala
sobre el ojo el gotero sangra.

“Me desanima la temperatura en la que me han freído.
Mis protuberancias no son tantas como para tal aspereza:
ni siquiera me palmeo la entreceja con mí intestino grueso
ni tampoco me hago pis en las manos para combatir la pobreza.”

Ahora posee habla.
Ya no mastica solo:
clama, clama,
pule horas vacías
y las estatuas le dan charla.

pequeñas dosis nubes
surte
efecto el tuerto trama
juegos con
hilos niños
en hamacas
¡paz! ¡alga!

ya retumba la mañana

tum tum tum, tum tum
tum tum tum, tum tum
mz